Andrew Shepherd: The Gift of the Other: Levinas, Derrida, and a Theology of Hospitality

Esteban J. Beltrán Ulate

https://doi.org/10.19079/pr.2016.7.bel

The Gift of the Other: Levinas, Derrida, and a Theology of Hospitality Book Cover The Gift of the Other: Levinas, Derrida, and a Theology of Hospitality
Princeton Theological Monograph Series
Andrew Shepherd
James Clarke & Co with the arrangement of Pickwick Publications
2014
Paperback $32.00
276

Reviewed by: Esteban J. Beltrán Ulate (University of Costa Rica)

La editorial James Clarke & Co., a través de Pickwick Publications, posibilita la publicación de una obra de Andrew Shepherd. El texto, intitulado “The Gift of the Other. Levinas, Derrida, and a Theology of Hospitality”, permite una reflexión a propósito de la noción de Regalo (Gift). La presente reseña asume como objetivo una exposición del texto a partir de una serie de comentarios sobre cada una de las secciones, más un comentario final para concluir. En orden a presentar al lector una guía para la comprensión de la obra se detalla el contenido de la misma: (i) Foreword by Steven Bouma-Prediger, (ii) Preface, (iii) Introduction: A World for all?, (1) The Trascendence of the Other and Infinite Responsability, (2) Unconditional Hospitality, the Gift of Deconstruction, (3) Levinasian and Derridean Hospitality, (4) Gifted, Called, and Named, (5) Sacrificial Substitute, and Eikon, (6) Dwelling in Christ and the In-Dwelling Other, (7) Performing a Different Script, (8) Conclusion.

En la sección (i) Bouma-Prediger presenta lo que él considera como argumento del texto: la condición del Cristiano que resiste las múltiples formas de violencia, visto desde las categorías de hospitalidad. Como frente a las categorías de Levinas y Derrida no es posible construir un mundo en término de una ontología de paz y comunión, por lo que asume una postura denominada hospitalidad eclesial. En el Prefacio (ii) se expone una serie de agradecimientos por parte del autor de los cuales se omite comentario alguno. En la sección (iii) “Introduction: A World for All?” se presenta una caracterización del “mundo abierto”, fenómeno de la globalización, que propone una mirada que contrasta los planteamientos evangelistas del mercado y las protestas de los pueblos que sufren del flagelo de la pobreza; así como lo que el teólogo Miroslav Volf sugiere como tres modos de exclusión en el mundo contemporáneo (exclusión como eliminación, exclusión como dominación y exclusión como abandono). El autor recalca las dificultades sociales debido a las condiciones socioeconómicas imperantes en el mundo abierto y en el mercado capitalista, donde el Otro que difiere del modelo es demonizado. Un ejemplo de Otro resulta el extranjero a quien se mira con terror. El autor expone cómo en medio de su búsqueda académica se encuentra con la obra de Levinas y Derrida, ambos autores con un abordaje del concepto de hospitalidad, y una teoría que celebra la diferencia y la incomprensibilidad del Otro. Lejos de la mirada de hospitalidad industrializada, producto de la visión  antropológica del hombre como productor-consumidor, procura redescubrir un nuevo proyecto de la hospitalidad desde su fundación teológica. Es meritorio indicar que el autor aclara que la obra no encuentra su fundamento en el ámbito puramente filosófico o teológico (la obra permite el diálogo entre tradiciones católicas, ortodoxas y protestantes), sino que es una suerte de cena, por utilizar una metáfora, donde hay muchos invitados (Levinas, Derrida, Zizioulas, Volf, Barth, Bonhoeffer, entre otros), y ninguno domina la conversación, sino que es a partir del diálogo “en-desde-entre” que se posibilita una reflexión de la noción de hospitalidad.

El capítulo (1) ” The Trascendence of the Other and Infinite Responsability” inicia con una sucinta biografía de Emmanuel Levinas. Posteriormente se expone la crítica del autor de Totalidad e Infinito a la tradición occidental: mientras que reconoce en la misma una obsesión por la ontología, su proyecto da prioridad a la ética. Se comprende el Otro como infinito, imposible de ser totalizado. Frente a esta realidad, la respuesta ética es también infinita y heterónoma, es una metafísica de la respuesta ética (p. 31). El rostro es presentación y ocultamiento, huella del Infinito; el rostro del Otro es epifanía que demanda respuesta. Existe una condición de infinita responsabilidad que es pre-ontológica en el ser humano: se es responsable antes que libre. El autor recalca la condición hiperbólica y excesiva en el tratamiento de la ética levinasiana producto de su mirada radical de la responsabilidad, aunado a la tradición judía de la que es parte y por medio de la Torah como fuente de su ética. La concepción de ética levinasiana se desprende de la mirada racionalista. Es heterónoma y con origen en lo sensible más que en el pensamiento, como indica Shepherd: “Levinas’s understanding of ethics not as a set of codified principles, but as a concrete action rooted in human affection and sensibility” (p 37). Frente a la concepción de responsabilidad infinita levinasiana el autor problematiza la condición de respuesta hacia el otro en un mundo globalizado: “how Levinas’ powerful demand to infinite responsability is actually outworked in a world of conflicting and infinite needs” (p.41). Shepherd asume que la filosofía levinasiana pareciera ser una acto de totalización y deshumanización, al asumir al Yo como simple hospedaje de un desconocido Otro. El autor se cuestiona si la propuesta levinasiana no es más que una inversión de la totalización de la filosofía occidental, por lo que según él el énfasis levinasiano: “has the potencial effect of perpetuating the inequalities and abuses which characterze the inhospitable actions in our world” (p.45)

El capítulo (2) “Unconditional Hospitality, the Gift of Deconstruction”, aborda la interpretación de la filosofía de Jacques Derrida, primeramente delineando de modo biográfico su filosofía de la deconstrucción y la diferencia. Se expone en el apartado las características de la estructura mesiánica asumida por Derrida en su pensamiento (el futuro imposible). Al igual que Levinas, Derrida elabora una filosofía de la hospitalidad: “ethics is hospitality and hospitality is ethics” (p.53). Shepherd realiza un recuento de la ruta etimológica elaborada por Derrida en el análisis de “Hospitalidad” que presenta un carácter paradójico por la composición: anfitrión-invitado, intercambio-regalo (excesivo), invitación-visitación, condicional-incondicional. Se presenta la concepción de regalo (Gift) como momento de exceso que transgrede límites. El autor evalúa la propuesta de Derrida a partir de 3 preguntas: (a) ¿cuál es la naturaleza de la acción ética concebida por Derrida?; (b) ¿qué se comprende por identidad humana y relación humana en la filosofía de Derrida?, (c) ¿qué comprende Derrida por Fe?

El objetivo del autor es reconocer las compatibilidades y disimilitudes entre el pensamiento de Derrida y la teología cristiana en lo que respecta a la noción de hospitalidad. Shepherd procede a establecer una serie de consideraciones críticas de la filosofía de Derrida a partir de argumentos teológicos, desde Anselmo, Karl Barth y escrituras neo testamentarias. El autor recalca que el pensamiento de Derrida se basa en una ontología de la hostilidad y la diferencia, lo cual concibe como no apropiado para un fundamento ético de la hospitalidad, así como de su comprensión de fe que concibe como problemática para cualquier comprensión teológica del mundo.

En el capítulo (3) “Levinasian and Derridean Hospitality” Shepherd presenta los argumentos que lo llevaron a retomar los postulados de Levinas y Derrida para la elaboración de una propuesta teológica de una ética práctica de la hospitalidad. Entre los aspectos paralelos de los autores se describe la crítica a la primacía de la filosofía occidental por la ontología, comprendida como filosofía de la totalización. Se señala, además, el giro copernicano en materia ética; esto es: colocar la ética como filosofía primera y exponerla como heterónoma, enfatizando al Otro como acceso. Según el autor ambos pensadores se encuentran atrapados en el círculo de la metafísica, por lo que procura en su obra desligarse de Levinas y Derrida -y su mirada de hospitalidad asimétrica que da primacía al Otro- para ofrecer una propuesta teológica que se encuentre enlazada a una ontología de paz y comunión.

En el capítulo (4) “Gifted, Called, and Named” el autor reconoce que si bien Levinas y Derrida proporcionan en su pensamiento aportes para la crítica de la filosofía occidental moderna, presentan un aspecto problemático en lo referente a la concepción del “Sí mismo”. Frente a esto, propone una lectura apoyada en la doctrina de la Trinidad y la Creación, donde sea posible una ontología en la que la relación humana y la comunión-unión sea posible. Shepherd inicia con una serie de reflexiones a partir de los postulados de Caputo y Zizioulas a propósito de la teología de la creación en contraste con posturas de la creación del mundo filosófico griego antiguo: mientras que el mundo griego concibe la creación como un acto de necesidad, el cristianismo lo asume como un acto de libertad. El autor recurre a la teología de la Trinidad de los primeros padres de la iglesia, para reconocer el ser como personal, lo que expone como la revolución dentro de la ontología griega, esto a parte de la concepción de persona de Tertuliano. Junto con lo anterior realiza una reflexión a partir de la noción de Pericóresis con el objeto de repensar las relaciones de lo plural dentro de la unidad. Finaliza el apartado con la comparación y reflexión de la noción de persona humana como regalo, único e imagen de Dios, donde establece una relación entre la doctrina del pecado y la condición de hospitalidad de Dios.

En el capítulo 5 “´LOGOS´, ´Sacrificial Substitute, and Eikon´” el autor asume que frente a la postura de Levinas y Derrida que apelan a la diferencia, división, separación y exterioridad es posible una hospitalidad genuina desde la relación del amor y la libertad; la denomina una ontología de la comunión. Shepherd expone que frente a la falibilidad humana, descrita en la doctrina del pecado, existe una respuesta cristológica, temática, que se expone en el apartado, “Creation itself is an act of freedom and grace and thus, creation itself is a gift, an act of hospitality” (p. 143). Aunado a lo anterior el autor reflexiona acerca de la noción de sacrificio en la figura de Cristo, de la mano del prólogo del Evangelio de San Juan. El acto de sacrificio de Jesús en la cruz, evidencia la opción por la no-violencia, manifiesta el regalo. En contraste a la muerte de Abel en manos de su hermano Caín, Jesús se hace hombre, hermano de todos los hombres y mujeres y muere por toda la humanidad redimiéndola: “Christ becomes our substitute… Christ stands in our stead to receive the punishment we deserve” (p. 157).

El autor sostiene, en contraposición a la tesis de ética como filosofía primera, que es la ontología la que tiene el carácter fundante: “in Christian theology, ethics does not precede ontology but rather is inextricably connected to ontological concerns.” (p. 160), Shepherd quiebra una lanza por el cristianismo y, confrontando conla concepción levinasiana de infinita responsabilidad, postula que la ética no es una carga eterna (“the Christian ethic is not a call to self-obliteration” (p. 161)), dado que en la figura de Cristo se ha redimido la humanidad: “his resurrection triumph over sin, violence and death, which establishes the only secure foundation for the practice of a radical hospitality to the Other” (p. 171). Sintetiza el apartado indicando que Cristo es la solución ante la inhospitabilidad del mundo.

El capítulo 6 “Dwelling in Christ and the In-Dwelling Other” parte de la premisa de que la existencia, creación no humanidad es dad en tanto que regaló a partir de la acción amorosa de Dios, empero la distancia y separación cortan la comunión y acontece el miedo al otro E irrumpe la violencia y a hostilidad . Es Cristo el que posibilita transitar del “sí-hostil” al “sí-hospitable”. Shepherd desarrolla una serie de reflexiones en lo que considera como la formación en el “sí-hospitable”, meditando en los fenómenos del bautismo. A partir del análisis de las ideas de Volf y Nouwen el autor sostiene la tesis del “centro descentrado”, el Sí capaz de mantenerse en comunión con los otros, salvaguardando su particularidad y unicidad, así como la reflexión en Jesus (buen pastor) como la puerta-camino a Dios, a partir de la relación con las cuatro (centrado, relacionado, variación al y dinámico) características de la concepción de identidad de Paul Hiebert.

La comprensión de la persona capaz de establecer relaciones y la figura de Jesús y su misión redentora (regalo) permite al autor exponer lo que denomina como la renovación del sí. El apartado finaliza recalcando nuevamente las diferencias de la visión cristiana frente a las tesis derivadas del pensamiento de Levinas y Derrida, subrayando la mirada del concepto de comunidad frente a la noción de separación y distancia expuesta por los filósofos escrutados. Shepherd concluye  con la exposición de cómo a partir del Espíritu el deseo es controlado y permite reconocer al Otro como un regalo, lo que desmantela la violencia y posibilita la nueva vida. Una vida transformada por el espíritu, la iglesia, la comunidad y el cuerpo de Dios.

El capítulo 7 “Performing a Different Script” parte de la idea de que la verdadera identidad solo se alcanza a partir de la comunidad con Cristo y la comunidad con los otros. El último capítulo medita a partir de la pregunta: ¿el regalo de la muerte o el gozo de la resurrección? En esta sección se exponen algunos planteamientos sobre la Iglesia y el Otro por parte de Bonhoeffer, así como tesis éticas post II Guerra Mundial de Jürgen Moltmann. El autor apoya sus posturas sobre la comunidad, la iglesia y el otro, a partir de apuntes neotestamentarios de Pablo. Una de las líneas que desarrolla el autor en esta sección es la noción de divina economía, teniendo como marco de referencia la hospitalidad de la iglesia: “God’s gift offered to us is a free gift, one that is dependent not on the lives… it is the reception of the free gift offered in Christ which provides the basis for our ontological and therefore moral and ethical transformation” (p. 223). Shepherd afirma que la comunidad eclesial práctica una hospitalidad caracterizada como gozosa, por ser recubierta de gracia y libertad. El autor retoma la crítica a la noción de separación y de la mano de tesis de Karl Barth, asume una lectura del prójimo desde la proximidad: “Barth’s understanding of the near and distant neighbors as fluid concepts provides a important clarification of our emphasis on proximity” (p. 233).

Shepherd rehúsa la concepción de separación porque para él la hospitalidad es un acto de proximidad: “Hospitality is a practice that requires proximity to the Other” (p. 233). Y es en Cristo, por medio de su generoso acto de redención que la iglesia es acogida en la verdadera hospitalidad. El autor finaliza el capítulo realizando una meditación a propósito de la eucaristía, desde diversos enfoques, recalcando las categorías de regalo, gracia, fiesta y gozo. Siguiendo a Cavanaugh afirma que la participación de la comunidad en la eucaristía no es un acto de consumo, sino, un acto de participación en el que la comunidad es asumida por la eucaristía: “in our participation in the Eucharist it is not we who are doing the consuming, by rather, we who are being consumed” (p. 241).

En (8) “Conclusion”, se enfoca en tres ejes: comunidad, cuidado ecológico y relaciones inter-religiosa. Frente a un mundo cargado por una crisis caracterizada de muchas maneras (guerra de terrorismo, el momento del mercado, la destrucción de la civilización, por mencionar algunas) Shepherd recurre al estudio de la noción de hospitalidad, reconociendo el aporte de Levinas y Derrida pero trascendiendo los abordajes de ambos autores, para asumir desde una arquitectura cristiana una noción que se sustenta en una ontología acompañada de una escatología y una teleología. El apartado procura una síntesis del desarrollo de la obra permitiendo al lector establecer una mirada crítica y reflexiva del contexto que habita, teniendo como eco del terror el horror de la Segunda Guerra Mundial. La hospitalidad que ofrece en su obra Shepherd demanda una aplicación en el ámbito de las relaciones entre personas, el ambiente y la hospitalidad inter-confesional. El acto de hospitalidad es capaz de transformar al mundo, dando la bienvenida al extranjero; esta práctica es el preámbulo en espera del eterno banquete.

Luego de la exposición sucinta de los apartados de la obra me permito elaborar una serie de consideraciones al respecto, con el objeto de estimular al lector el acercamiento a la obra de Shepherd. En primera instancia resulta oportuno para los estudiosos en el pensamiento de Levinas y/o Derrida, dado que les permite acceder a una serie de críticas, las que podrían ser ampliamente consideradas a la luz del corpus de ambos autores, la constante confutación de las nociones de diferencia y separación, “both Derrida and Levinas, as we have observed, have a deep suspicion of the concept of community, preferring instead to advocate a relation between the self and the Other based upon distance a sepation” (p. 189). Así como meditar respecto a algunas aseveraciones del autor como por ejemplo el análisis expuesto en el capítulo sexto en el que Shepherd perfila una crítica de la noción de deseo infinito levinasiano, a partir de un estudio de índole económico (Tayor y William T. Cavanaugh).

A lo largo de la obra, y con mayor rigor en los primeros capítulos, el autor se percibe perturbado con el mandato de ser responsable infinitamente con todos, algo que será Leitmotiv de sus críticas. Junto con lo anterior, si bien, Levinas y Derrida encuentran ecos en la fuente del pensamiento judío, los textos consultados de los autores no son específicamente teológicos (la propuesta de ambos es filosófica), mientras que las confutaciones del autor del texto parten de una lectura inter-religiosa estrictamente teológica (teologías).

En segunda instancia, un aspecto claramente gratificante para el lector, resulta el generoso diálogo entre autores, de diversas líneas teológicas, con el objetivo de perfilar una teoría de la hospitalidad desde la proximidad. El desarrollo de esta fecunda conversación entre autores entretejidos en manos de Shepherd evidencia un amplio bagaje en campo del diálogo inter-religioso. Cabe resaltar que el apartado que asume la temática de la eucaristía permite una mirada renovadora de la noción y estimula nuevas meditaciones. Las conclusiones a las que el autor llega son sin duda alguna fructíferas y dejan entrever las luces de nuevas pesquisas (Comunidad, Cuidado Ecológico y Relación inter-religiosa) a las que Shepherd podría recurrir, esta vez sin necesidad de estar navegando con Levinas y Derrida. Reitero, el texto posibilita diversas lecturas, pero, prefiero enfocarme en dos aristas, la crítica a Levinas y Derrida (que puede ser reconsiderada por los lectores especialistas en ambos pensadores) y la articulación de posturas inter-religiosas (cristianismos) en el empinamiento de una teoría de la hospitalidad desde la proximidad.

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Esteban J. Beltrán Ulate

Miembro del Círculo Costarricense de Fenomenología y del Círculo Latinoamericano de Fenomenología. Editor de Lenguaje para Phenomenological Reviews.

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